Noviembre va pasando
como nube ligera
y los sueños se tornan
algo menos espesos.
Lo miro desde lejos
de manera discreta.
¿Me acerco o no me acerco?
¿Es mejor dar la vuelta?
Hoy sentí el corazón
expandirse en mi pecho,
palpita desde dentro,
quiere salir afuera.
Él tiene lo que busco,
le observo y él me observa,
cruzamos las miradas
tres segundos apenas.
Después, la realidad,
esa que tanto pesa,
hace que mis pies frenen,
mis pasos se detengan,
que ese latido vivo
se vaya desgastando.
Y me digo a mí misma;
¡despierta ya, Lorena!
Lorena Bonillo 12-11-23
No hay comentarios:
Publicar un comentario