POEMA AÑO 2020, OBRA REGISTRADA EN SAFE CREATIVE
Envejecer es como adentrarse en un paisaje inhóspito
sin posibilidad de dar la vuelta.
Conforme avanzas, se torna más y más oscuro.
Tratas de hacer lo posible por ralentizar los pasos
pero el tiempo (al que le traen sin cuidado tus anhelos)
se burla y no se detiene.
Lo que muestra el espejo incomoda, asusta,
incluso escuece en las pupilas,
pero de poco sirve pelear contra uno mismo.
La única opción es aceptar quien ahora eres
y asimilar como propio ese rostro que ahora ves,
un rostro diferente al que uno acostumbraba...
Comprende que ese "yo" de hace unos años
ya sólo es un fantasma del pasado.
Porque envejecer consiste
en aceptar la persona que ahora eres y también la que serás.
Es algo así como asumir que la derrota forma parte de la vida.
Llegar al punto de mecernos suavemente mar adentro
y flotar sobre las aguas sin hundirse
ni tratar de volver hacia la orilla.
Así pues, acepta tu reflejo, no nades en la dirección opuesta,
más bien respira, sonríete, y mírate con toda la ternura,
y trata de abrazarte a la coherencia.
Libérate de falsas vanidades
que a estas alturas son como un mal chiste.
De otro modo, serás tan sólo la caricatura
(una máscara grotesca) del joven que un día fuiste...
Lorena Bonillo, 2020