Hoy soñé con él,
y en ese extraño sueño
él sabía mi nombre,
él sabía de mí.
Yo sí le interesaba
y nos aproximábamos.
Sé que sólo fue un sueño.
que es sólo mi cerebro
tratando de "alegrarse"
haciéndose un regalo
para pasar el día
un poco más feliz
(y en parte ha funcionado).
Curioso que los sueños
nos puedan sumergir
en un pesar profundo
o hacernos sonreír,
Y aunque apenas perduran
siempre la realidad
suele ser menos grata,
más tediosa, más dura.
Ha sido placentero,
mejor esto que nada...
Aunque no sea tangible
el mundo paralelo
donde estuvimos juntos,
he podido sentirle.
Ojalá que él quisiera
aproximarse a mí
y supiera mi nombre
tal y como en ese sueño.
Y yo fuese capaz
de expresarle también
que quiero conocerlo.
Y ojalá que algún día
la ocasión (o el destino)
nos juntase en un sitio
cara a cara, y a solas.
Y ese día él tuviese
el impulso de hablarme
y ser mi realidad
al menos unas horas.
Lorena Bonillo, 1-10-23
No hay comentarios:
Publicar un comentario