De entre todas las cosas que te pude contar,
me guardé las más bellas...
Tal vez lo ignores, pero no te hablé
del color de mis sueños
ni de los tonos del amanecer
que le pinto a la noche.
De entre todo,
tan sólo te mostré lo más obvio,
eso que no se esconde con los ojos cerrados,
sólo lo que atraviesa la apariencia y los labios,
y no habita en el pecho.
Y es mejor, créeme, pues si lo hubiera hecho
tú ahora mismo serías un tonto enamorado
y pensarías en mí, cada día, a deshoras,
y no te librarías de verme en tus recuerdos.
Me tendrías presente cada vez que la luna
guarda tu corazón entre almohadas y nubes
y se rinde tu cuerpo desnudo, adormecido...
¿Cómo te sentirías si un instante, ahora mismo,
me tuvieras enfrente a solas y en silencio?
De entre todas las cosas que te pude contar
me guardé lo importante
y escondí mis destellos, los gestos de amor
¿para qué iba a mostrarlos?
Hay pedazos de mí que guardo con afán,
que no ofrezco a cualquiera.
Sólo espero encontrar a alguien que los merezca
y sepa valorarlos...
Lorena Bonillo, 2021