31 mar 2022

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 EN LAS HORAS OSCURAS

En las horas oscuras,
cuando todo me pesa
y un corazón marchito
palpita desde dentro,
en días como hoy
donde el gris predomina
y yo siento un vacío
que adormita mi pecho
no me sirve la luna
para contar historias
y las estrellas blancas
se llevaron mis sueños.

No tengo alternativa
más que cerrar mis ojos
e imaginar que el alma
se me escapa del cuerpo.
Cuánto oprime la vida
a mi espíritu libre,
se podría decir
que muero por momentos,
ya ni siquiera busco
respuestas a mis dudas,
ya no hay nadie en el mundo
que entienda lo que siento.

En las horas oscuras
ya perdí la batalla,
me desprendo del miedo
y me abrazo al silencio.
Y mientras agoniza
la luz en mis pupilas
noto un frío profundo
penetrando en mis huesos...

Lorena Bonillo, septiembre 2021




ESTA NOCHE...
Esta noche el viento es un preludio
y agonizan las hojas en las ramas.
Mi corazón se mueve bruscamente
y trata de salirse de mi pecho.

¿Qué duele así, que altera mis latidos
como si fuera un eco en el silencio?
La vida, lo que duele es estar vivo;
hoy el cielo es tan negro...

Lorena Bonillo, Mayo de 2021


ERA COMO LA LUZ.
Era como la luz, me despertaba al instante.
Sólo verlo o escucharlo
me devolvía a la vida.
Yo que pasaba las noches
abrazándome al letargo,
yo quería ser tinieblas, y él lo impedía.

Una vez me dio su mano,
apretó fuerte la mía y nos miramos...
Y era como la luna
que parece inalcanzable,
y era como las cosas que no nos pertenecen.
No era amor, lo sé, pero era magia,
y era sólo una ilusión
pero existía.

Era como la luz, que algunas noches
traspasa los cristales desde fuera
y emerge como llama desde dentro.
Puso un suspiro en mi cuello,
puso su pecho en mi pecho,
su alma abrazándose a la mía.
¿Y dime, en mi lugar qué hubieras hecho?

Lorena Bonillo - Dic. 2021


HE PERDIDO EL INTERÉS POR CASI TODO
He perdido el interés por casi todo...
Me excuso, y digo que es el frío,
que es el tiempo
que no acompaña y sólo quiero acomodarme,
pero no es eso, es un hartazgo.
No me estimula apenas nada. ¿Será tarde?

¿Será esta ya la sensación que me acompañe
de aquí hasta el resto de mis días?
Un cansancio
más bien mental, un estallido permanente
de desazón, como un sonido desgastado.

Y es que ya no me llama nada,
ya he pasado
por veinte mil trescientas fases diferentes
año tras año, mes tras mes
sumando etapas,
sobrellevando siempre el peso de la vida.

¿Y ahora qué queda? Me equilibro como puedo,
planto semillas de armonía en el letargo,
tengo experiencia (demasiada) en estas cosas
y la verdad es que soy buena equilibrando

pero hay un nudo, una certeza que me dice
que ya pasé todas las fases, y ahora el tiempo
será una losa cada día más pesada
que irá apagando el brillo de esos pocos sueños
(esos, escasos que aún no saben que son sueños)
que aún sobreviven escondidos y olvidados.

Y soy yo misma quien levantará el martillo
para aplastarlos..
.
Lorena Bonillo, Enero 2022

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