27 mar 2021

REFLEXIÓN DEL SÁBADO

 REFLEXIÓN DEL SÁBADO...


Ahora estoy en calma, y es una de esas pocas veces en que puedo estar en soledad y sin prisas.  Salí de casa dando un portazo, enfadada, con un nudo en la boca del estómago (el mismo de siempre), ese escozor que a veces dura horas, incluso días, y que me recuerda o más bien me dice que algo no va bien.


¿Y qué no va bien?, ¿qué se torció esta vez...? 

No puedo culpar a las dificultades, mis problemas no son ni más grandes ni más pequeños que los de la gran mayoría, no son la causa ni el origen de este desasosiego. una vez más debo admitir que soy yo. 

Para ser sincera, no recuerdo una sola época en que haya estado en consonancia con la vida. No es que no valore lo que tengo, lo valoro, amo a los míos, aprecio el esfuerzo que hice tiempo atrás y el empeño de seguir adelante cada día, pero ese "nudo" o escozor siempre resurge y no importa lo bien o mal que vayan las cosas, habita en mí.


Muchas veces necesito estar sola porque es el único modo en que consigo descifrar y mitigar ese escozor, lo defino así ya que es la sensación más parecida, porque no es un dolor físico pero duele, y se puede vivir con él, pero incomoda.

En unos días habrá cesado y se esconderá durante un tiempo, lo sé porque siempre se repite el mismo patrón. Al menos hoy, y ahora, he logrado mantenerlo contenido, es algo así como apaciguar a la bestia, mantenerla en stand-by... porque ahora estoy en paz, y sólo el ruido del viento y el canto de los pájaros fragmentan este silencio que me abraza.

                  Lorena Bonillo, 27-3-21











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